Fragmentos de verdad

Colectiva: Carlos Anzola, Rosario Lezama, Esmelyn Miranda, Fabián Salazar

1-29 septiembre 2013

Según Friedrich Hegel “el arte está llamado a desvelar la verdad en forma de configuración artística sensible, a representar aquella oposición reconciliada, y tiene por tanto su fin último en sí, en esta representación y este desvelamiento”[1]. Podría decirse que una expresión artística es el intento de convertir lo sensible en apariencia, como un mecanismo para revelar de una manera u otra aunque sea un fragmento de verdad. La pintura contemporánea como expresión sensible trasciende las barreras de un bastidor, de un lienzo, de un pigmento en particular, sus límites han sido expandidos más allá de las dos dimensiones y de un soporte.

Rosario Lezama, Esmelyn Miranda, Carlos Anzola y Fabián Salazar realizan un acto de desvelamiento transformando objetos, conceptos y espacios por medio de la intervención pictórica. Bien sea anulando contenidos como Esmelyn Miranda, a través de las utopías localizadas como en el caso de Rosario Lezama, re-interpretando como Carlos Anzola o utilizando las metáforas y signos como Fabián Salazar, pareciera que la pintura es al final el medio del cual se vale el artista para expresar aquella verdad inteligible, cuyos límites nunca se vuelven menos borrosos o más certeros.

Las obras de Rosario Lezama agrupadas bajo el nombre de Contraespacios (2011-2013) son el resultado de un proceso de reflexión acerca de la yuxtaposición de espacios contradictorios. Dicho cuerpo de trabajo parte del concepto de Heterotopía de Michael Foucault en el que conviven simultáneamente espacios que normalmente serían, o deberían ser incompatibles. En palabras de Lezama este trabajo “Surge a partir de mi interés en las imágenes relacionas al complejo sistema de relaciones espaciales y de poder que se dan en los denominados espacios heterotópicos, en este caso en los jardines zoológicos”. Su video “La nueva Atlántida”, nombre que hace referencia a la novela de Francis Bacon publicada en 1627,  es quizás su obra más contundente en cuanto al fracaso del hombre en su intento de dominar la naturaleza. Para la artista es fundamental basar su trabajo en situaciones que no sean ficticias, apropiándose de imágenes ya existentes y otorgándoles nuevas formas y significados.

Esmelyn Miranda presenta una serie de obras donde asume una estrategia de silenciamiento. A partir de material publicitario y reproducciones de obras plásticas de fácil reconocimiento, realiza una crítica a los espacios institucionales transformando e interviniendo drásticamente el material a través de perforaciones, esmalte en spray y lijados.  El significado de dichas obras es enmudecido antes de llegar a ser percibido por el ojo del espectador para lograr anular su contenido. Miranda se vale en algunos casos del recurso estético característico de una obra desarrollándolo hasta el punto que se convierte en su principio de negación. Este es el caso de la obra “Reverón Desgastado” (2013) en la cual aprovecha el trabajo de la luz y el tratamiento de los colores propios de Reverón para desdibujar y desaparecer el contenido de la imagen.

Carlos Anzola reflexiona sobre la nostalgia, la ruina y la re-significación visual partiendo de imágenes impresas referentes a comerciales de objetos de lujo y confort de la década de los años 60 y 70. Anzola se convierte en una suerte de recolector que va por la urbe en búsqueda de objetos e imágenes que han sido olvidados por el colectivo y cuyo significado dentro de la sociedad ha sido transformado por el tiempo. En su obra cada soporte de trabajo ofrece distintas posibilidades de apropiación, en el caso de Negatoscopio (2013) el soporte simula un aparato comúnmente utilizado para observar placas radiográficas, sugiriendo una mirada al interior, una invitación directa a detectar y descubrir. “La carga visual del material receptor se hace presente contrastando con estas reproducciones monocromáticas”, afirma el artista. Las imágenes elegidas tienen una necesidad re-interpretativa que cobra significado y se hace posible al estar presentes en un espacio expositivo.

El conjunto de obras de Fabián Salazar son parte de una investigación en curso sobre la transformación y la multiplicidad. Salazar revela una sensibilidad inevitable hacia el textil y el papel, materiales en los cuales desarrolla metáforas y signos ambiguos que exploran su herencia. Como dice el artista “Los objetos pertenecen a la imagen de sí mismos y heredan metáforas del tiempo, género e identidad sexual”. La interpretación propuesta para estas obras rompe con cualquier tipo de permanencia o definición lineal, en cambio se sugiere incorporar en la lectura el concepto de Rizoma propuesto por Gilles Deleuze y Féliz Guattari de manera que cada obra pueda ser experimentada individualmente, proporcionando una experiencia libre y cambiante.

Leyla Dunia

Agosto 2013


[1] Hegel, G.W.F. Lecciones sobre la estética. Madrid, Akal, 1989, P. 44

 

Carlos Anzola (Caracas, 1970). Arquitecto egresado de la Universidad Central de Venezuela en 1995, entre 1996 y 2000 realizó cursos de grabado, escultura en polímeros y video arte. Estudió ensamblaje y técnicas mixtas en Arts student  league of NY en el 2000. Ha participado en diferentes salones nacionales de arte como Salón Aragua, Pirelli, Michelena, Exxon Mobil y jóvenes con FIA. Ha expuesto en diversas ocasiones de manera individual en la Galería 39 (2006, 2009 y 2011) y en Primo piano Living gallery en Lecce, Italia en 2011. También ha participado en proyectos colectivos en Coral Gables Museum y en 136 Contemporary Art en Taranto, Italia.

 

Fabián Salazar (Maracaibo, 1989). Realizó estudios de Arquitectura y Diseño en la Universidad del Zulia, y actualmente estudia en la Facultad Experimental de Artes en la misma casa de estudios. Cursó el diplomado de Arte, Arquitectura y Diseño (FAD) de la Universidad del Zulia. En 2012 realizó su primera exhibición de manera individual titulada “Simulaciones de la herencia” en el espacio independiente AlBorde de Maracaibo y en 2013 “Revisiones domésticas” en Oficina #1, Caracas. Ha participado en diversas colectivas en Maracaibo.

 

Rosario Lezama (Caracas, 1984). Ha realizado estudios de arquitectura y artes plásticas en Venezuela, y más recientemente Teoría y Crítica del arte en la Universidad Nacional del Arte en Buenos Aires, Argentina. Desde el 2008 ha participado en diversas muestras colectivas, entre ellas “Ojo Latino, la mirada de un continente”, Colección Luciano Benetton, Museo de Arte Contemporáneo (MAC) Santiago, Chile (2008); “Pixeles”, Galería GBG Arts, Caracas (2009); “Antología Visual Juan Sanchez Peláez”, GBG Arts, Caracas (2013), entre otras.

 

Esmelyn Miranda (Valencia, 1977). Realizó estudios de Arte Puro en Valencia (Venezuela) así como de fotografía y arte acción en México DF. En 2013 realizó su primera muestra individual titulada “Elogio del Gesto” en el Museo de Arte Valencia. Ha participado en numerosas colectivas, entre ellas, “Valencia inédita”, Gabinete del Dibujo y la Estampa de Valencia (2013); “Monte y Culebra”, Museo Alejandro Otero, Caracas (2012); “XIV Salón Supercable Jóvenes con FIA”, Centro Cutural BOD-Corp Banca, Caracas (2011); “Jóvenes artistas con la FIAAM, Centro de Bellas Artes Ateneo de Maracaibo, Venezuela (2008).