El minimalismo geométrico de Pedro Tagliafico
El Universal 9 Mayo 2014
«Anyone» inaugura mañana en el galpón G6 de la galería Oficina #1.
JESSICA MORÓN | EL UNIVERSAL
viernes 9 de mayo de 2014 07:52 AM
Pedro Tagliafico (Caracas, 1944) inaugura mañana en el galpón G6 (anexo a la galería Oficina #1) la muestra Anyone. La exposición reúne 16 obras en papel de pequeño y mediano formato, elaboradas por el artista en la década del 70, durante su estancia en Europa.
Antes de comenzar el recorrido que ilustra su ruptura con el color para adentrarse en una gama de blancos, negros y grises, el creador venezolano aclara: «La muestra no es una retrospectiva sino una relectura de mi trabajo en los 70. Me interesa que las nuevas generaciones tengan idea de lo que se hizo en esa época», dice.
En sala se agrupan una serie de obras Sin título, elaboradas a partir de materiales nobles y orgánicos. Trípticos y dípticos construidos a partir de bastidores de madera cubiertos con tela (lana de vidrio, cola de conejo, gasa y lino). En cada pieza, el tramo final deja entrever el rastro de un hilo que cuelga. En otras, queda una transparencia, un desgaste o el residuo de una partícula. Quizás una alegoría al ciclo de la vida, que comienza y termina.
«Creo en la belleza de las cosas pequeñas, por eso prefiero trabajar en formatos de menor tamaño. Me gusta la sencillez y la luminosidad. Para mí no es el impacto de las grandes formas lo que importa, sino el contenido», apunta el creador egresado de la Escuela de Artes Cristóbal Rojas.
Sobre papel, retoma el uso de la retícula que rellena con grafito. Con óleo, se permite un trazo de pinceladas libres. «Sin involucrar la conciencia, todo lo hace la mano», comenta el artista residenciado en Bogotá que pronto exhibirá una versión ampliada de su retícula en la galería Alonso Garcés de Colombia.
En octubre, Tagliafico visitará la galería Henrique Faria Fine Art en Nueva York, donde tendrá una exposición con sus piezas más emblemáticas. «Las obras de Pedro Tagliafico reunidas en esta exposición dibujan a su vez el mejor retrato de los intereses de buena parte del arte contemporáneo venezolano de los años setenta: la persistencia de la cuadrícula, la paulatina desaparición del color en pos del protagonismo de la materia como concepto y como motivo y, finalmente, la inserción de las estrategias del minimalismo y el arte povera», concluye Carlos Palacios en el texto de la muestra.
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