Selección realizada por Iván Candeo

Carlos Castillo, Jaime Castro, Julián Higuerey Núñez, Yuri Liscano, Zeinab Bulhossen, Muu Blanco

Si el siglo XIX y buena parte del XX presenciaron efectivamente el desarrollo del vehículo automovilístico bajo todas sus formas, vehículo dinámico automóvil, de carreteras, ferroviario, luego aéreo y espacial, la aparición y cambios en lo vehicular están muy lejos de finalizar. Durante la llegada de los vehículos móviles y automóviles vino, paralelamente la llegada de vehículos audiovisuales, multitud de imágenes y sonidos siendo pasajeros en los vehículos estáticos audiovisuales.

El acoplamiento vehicular de realizaciones mixtas entre automóvil y audiovisual, estuvo desde el inicio de la imagen en movimiento. Sin llegar hasta la importancia de los aerostáticos de Nadar (1858), entre muchos acontecimientos, conviene remontarnos otra vez, a la exagerada atribución de invención de la ilusión motriz, a los hermanos Lumière, a la realización de “L´arrivé d´un train en gare de La Ciotat” (1895), un año después, en 1896 hace Eugene Promio uno de los primeros travelling, el camarógrafo de los Lumière pensaba: “si el cine inmóvil permite reproducir objetos móviles, se podría cambiar dicha proposición e intentar reproducir con la ayuda del cine móvil objetos inmóviles”, y realiza “Panorama du Grand Canal vu d’un Bateau” (1896), señalemos también, lo tradicional del travelling montado sobre rieles, inseparable del cine desde sus inicios y producto de la intención del desfile ferroviario en “The Man With The Movie Camera” de Dziga Vertov (1929).

Las primeras explicaciones de la ilusión del movimiento se hacen en los “juguetes filosóficos”, así llamados al zootropo, al zoopraxiscopio, al traumatropo y demás aparatos que proporcionaban el cuestionamiento sobre la naturaleza del tiempo. En la serialización secuencial de fotos fijas se produce la ilusión de movimiento y la captura del tiempo. Yuri Liscano realiza esta operación de iteración en su serie de videos titulados Desplazamientos (2009-2012), compresión de continuidad por medio de discontinuidad. Activando intermitentemente el obturador de su cámara desde un mismo punto de vista, realiza más de 100 tomas fotográficas del metro de Santiago de Chile, reemplaza el continuo gráfico de una grabación por una serie de puntos (imágenes fijas), desplazándolas posteriormente en el vehículo audiovisual mediante la edición.

Si la línea surge de una serie de puntos, es la línea espiral proporcionada por George Eastman con la invención del carrete, lo que le da al cine una línea “irreversible” de fotogramas que constituye la narrativa cinematográfica. Zeinab Bulhossen en su video Las Colas, 2002, realiza, igualmente desde un mismo punto de vista, un continuo de imágenes de carros estacionados en el tráfico caraqueño, estas imágenes son impresas en una larga tira dispuesta en espiral para ser animadas físicamente, con las manos.

El movimiento del cuerpo estuvo como objetivo principal desde las primeras investigaciones de la imagen en movimiento. Jules Marey y otros experimentaban con movimientos congelados que les permitían ver, por primera vez con tanta objetividad, posiciones extrañas en el cuerpo humano, por lo que producían una desidealización del cuerpo. En el video Record Mundial, (2010) Julián Higuerey hace una acción para cámara en la que corriendo desplaza su cuerpo por el pequeño espacio de su habitación. Este fragmento capturado de acción corporal lo repite tantas veces hasta alcanzar el tiempo exacto de 9.50seg, consiguiendo romper el record mundial de Usain Bolt en 100 metros planos.

En las imágenes realizadas por Jaime Castro en Gente de San Agustín (2011), coinciden el retrato y el paisaje, articulación que logra a partir de planos cerrados sobre usuarios del Metrocable San Agustín, inaugurado meses antes de la realización del video. Vemos el paisaje de la comunidad caraqueña a través del funicular, visión proyectada por cada personaje durante el recorrido, evidenciando nuevamente la relación corporal y vehicular en el paisaje.