Singular
Patricia Koch
22 de Noviembre 2015 | Enero 2016Desde hace varios años el nombre de Patricia Koch comenzó a aparecer en los espacios dedicados a exhibir nuevos valores de la cerámica. En esas ocasiones, presentó un buen número de cuencos, grandes y pequeños, con aberturas sinuosas y contrastes cromáticos en el esmaltado exterior e interior. Oficina #1 presenta ahora su primera exposición individual en la que asume otros medios como el grabado y pequeños dibujos recortados además de la cerámica escultórica. Las obras que muestra, dan cuenta de una madurez tanto en el concepto que plantean como en el resultado. En las cerámicas, percibimos tres grupos que aluden a problemáticas diferentes. Un primer conjunto de dos vasijas o recipientes abiertos que contravienen la rigidez del material y que semejan un tejido elástico que se tensa como si se les aplicara una fuerza desde su interior. Entre los puntos de tensión, Koch dibuja líneas que describen triángulos que van conformando una retícula. De apariencia maleable y liviana, provocan extrañeza al constatar la rigidez de su constitución. Otro grupo de formas, no menos inquietantes, luce como maquetas de arquitecturas metabolistas o las cavidades en forma de huevo representados por el Bosco en su Jardín de las Delicias. “Son mundos que se abren y cierran” dice la artista. También observamos una estrella a punto de estallar realizada a partir de numerosos envases cónicos concéntricos. Dos altos vasos se desarrollan en la tradicional forma de equis tan apreciada por el movimiento cerámico escandinavo y confirman la influencia del estilo modernista presente en casi todas las piezas. Destaca el trabajo de relieve y esmaltes con figuras geométricas que vienen a recalcar, quizás críticamente, la influencia de la abstracción en los elementos decorativos.
Es interesante que Patricia Koch haya establecido un paralelismo entre los medios y soportes a los que ha recurrido para expresarse, y que los exhiba de manera simultánea. Un gesto de recato que propone en su iniciación como artista. Aunque sabemos que no es así, la gráfica, el dibujo y la cerámica son vistos como categorías “menores” frente a la pintura y la escultura, sentencia que revalidó el proyecto moderno y que hoy en día, la cultura y el arte contemporáneo han venido incorporar en una relación horizontal junto a otras expresiones. El conjunto de obras de Koch, en su heterogeneidad, es cercano y familiar. Su intuición se enfoca en formas y medios variados que le permiten experimentar en el proceso de construcción de un lenguaje propio que se perfila sensible y vigoroso.
Tahía Rivero